Qué se hace cuando el baldazo de agua fría empapa de cerca.

Ubicarse en el lugar del otro y transmitirlo no es simple. Estar en el lugar del otro no es fácil. Momentos históricos tales deben permanecer en la memoria y en la retina de todos.

Un laberinto de emociones se cruzaron con el anuncio del fallecimiento del Ex presidente Néstor Kirchner, si hizo las cosas bien o mal lo sabremos en un futuro cercano. Es cierto que el ex mandatario estuvo a la altura de las circunstancias en un contexto socioeconómico caótico.

“Siento que América quedo huérfana”, exclamó el presidente de Bolivia, Evo Morales. Con esa frase encerró, quieran o no aceptar, lo que significo Kirchner para el momento geopolítico que se vivió América tras el “ALCA – al carajo”, donde los lazos recobraron sentido en una causa común.

En las venas abiertas de América Latina Galeano publicaba: “En las venas, el pasado aparece siempre convocado por el presente, como memoria viva de lo nuestro”.

Aunque estemos de acuerdo o no con las ejecuciones del ex presidente Néstor Kirchner, su mandato merece un análisis profundo por la participación en hechos relevantes de la política contemporánea.

Argentina tiene un mal presidencialista, que este mal no abra las venas del pasado y que Latinoamérica unida siga trabajando.

Negociando la paz en Medio Oriente

Un pasado de invasiones. Resoluciones de la ONU. Relaciones diplomáticas. Atentados. Un futuro incierto para dos culturas antagónicas que en algún punto confluyen.

Del otro lado se escuchan acusaciones y gritos. Se siente un tenso silencio, la secuencia parece de película. Un ruido sordo, personas agachadas, una nube de polvo que no deja ver y los ruidos retoman la escena. No puedo imaginarme ahí. Horas después el noticiero anuncia: “Un militante de Hamas asesinó a cuatro colonos en Cisjordania con el objetivo de boicotear el proceso de paz”.

Israel – Palestina es uno de los conflictos más largos y complicados de la historia internacional.

En los orígenes la principal disputa era entre dos proyectos nacionales con culturas diferentes, luchando por un territorio. Esta situación ocasionó que intervinieran las potencias durante la Guerra Fría. Y con el pasar de los años, la situación en vez de resolverse fue implicando a palestinos e israelíes en combates diarios que se complican por la diversidad de ideologías, cultura y religión.

Palestina está situada en Oriente Medio, en la costa del Mediterráneo Oriental. Lo que antes supo ser un estado con el correr de los años se convirtió en comunidades aisladas en la Franja de Gaza y Cisjordania. Palestina es la Tierra Santa de los cristianos, es la tierra bíblica de los judíos y en ella se encuentran varios lugares sagrados para los musulmanes.

Israel se encuentra en Oriente, en la costa del Mediterráneo Oriental.

Limita al norte con el Líbano, al este con Siria, Jordania, Cisjordania, al oeste con el mar Mediterráneo y la Franja de Gaza, al suroeste con Egipto y al sur con el golfo de Aqaba, en el mar Rojo. Es el único Estado judío.

Despertar combatiendo

La historia inicial de la disputa tiene sus orígenes en el período colonial y en el surgimiento de movimientos nacionalistas en Europa y en Oriente Medio. Estos movimientos reivindicaban la autodeterminación de la población autóctona con un fuerte sentido de identidad árabe. Al mismo tiempo en el continente Europeo los regimenes nacionalistas, causaron un movimiento particular, el sionismo, que protegía la creación de una entidad estatal para los judíos dispersos por el mundo. Aunque era un movimiento laico, el sionismo vio en Palestina, el lugar físico para realizar su proyecto nacional. Este movimiento propició la instalación de judíos europeos en ese territorio que todavía era administrado por otomanos. La inmigración se extendió aun más durante la Primera Guerra Mundial. Los palestinos comenzaron a sufrir los ataques israelíes, fueron desplazados y reducidos a colonias.

En 1947 la ONU intentaba a través de la Resolución 181 poner paños fríos. La Organización proponía dividir la parte Occidental en dos Estados: uno judío y otro árabe, que incluía Jerusalén y Belén, bajo control internacional. Un año después del acuerdo se origino la guerra árabe-israelí de 1948. Como consecuencia de este primer combate, el Estado judío no sólo resistió la intervención árabe, sino que provocó la salida de gran parte de la población Palestina que quedaba en su territorio y amplió la superficie más allá de lo previsto en el plan de partición. De esta manera se frustro la creación de un Estado árabe en Palestina, y la ciudad de Jerusalén quedo dividida.

Cada cual atiende su juego

En la actualidad, con la mediación de Estados Unidos, ambos mandatarios están intentando llegar a un acuerdo diplomático que se habían roto en el 2003.

Las diferencias entre ambos líderes están muy marcadas. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás Abbas es partidario de establecer un estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental, territorios capturados por Israel en la guerra de 1967. Además advirtió que Israel debe detener las nuevas construcciones en los asentamientos palestinos.

El primer mandatario israelí, Benjamin Netanyahu esta de acuerdo con la idea un estado palestino, pero aclaró que Israel no cederá el oriente de Jerusalén, que los palestinos quieren como capital.
Las negociaciones continúan, el miércoles que viene los representantes israelíes y palestinos se reunirán en Jerusalén donde Israel va a defender su seguridad y Palestina quiere tener un Estado independiente.
Por su parte, Estados Unidos intenta acordar la formación de dos estados con dos pueblos.

Dicen que la historia siempre la escriben los que ganan. En el conflicto Israel-Palestina es difícil situarse de un lado o del otro ¿Quién tiro la primera piedra? ¿Cómo saber quién es victima y quién es victimario? Durante muchos años se enfrentaron dos fuerzas que exigen lo mismo en condiciones desiguales. Por un lado el Estado de Israel, con el respaldo de Estados Unidos y por otro, un movimiento de liberación nacional, figurado en la Organización para la Liberación de Palestina. Y la desigualdad converge en las tierras sagradas que nadie esta dispuesto a ceder.

Diversos intereses están presentes en esta historia donde cada comunidad reclama lo que es suyo. En definitiva “La guerra es noticia, la paz no”.