PATRICIA GORDON ES LICENCIADA EN PSICOLOGÍA Y REPRESENTA A LA ALAMEDA EN MAR DEL PLATA. LA ORGANIZACIÓN REALIZA Y RECIBE DENUNCIAS, DURANTE TODO EL AÑO, SOBRE EXPLOTACIÓN LABORAL Y SEXUAL. ESTA LUCHA LLEVA REVELADOS MÁS DE 400 PROSTÍBULOS. LA MAYORÍA DE LAS CHICAS SON ENGAÑADAS Y OBLIGADAS A LLENAR LA CAJA DE UN NEGOCIO MILLONARIO.
Algunas no pueden salir a la calle, otras sí: caminan por una zona restringida o están vigiladas, no pueden hablar por teléfono y les quitan la documentación. No importa el horario, están al servicio de los clientes que desean los cuerpos débiles de las víctimas. Ellas están – si uno presta atención- caminan por la zona deLa Perla. Pasan cabizbajas, tímidas, se sienten humilladas y permanecen cautivas, presas de un destino que no eligieron.
El delito se encuadra bajo la figura de "Trata de personas". Hay tres patas fundamentales que logran el éxito del negocio: “el poder político, judicial y la policía que está involucrada”, sintetizó la Licenciada en Psicología y representante de La Alameda en Mar del Plata, Patricia Gordon durante una entrevista para Que corra la voz.
- ¿Cómo funciona La Alameda en Mar del Plata?
- Trabajamos sobre explotación laboral y trata de personas. Formamos un grupo muy interesante de más de 10 personas. Particularmente nos enfocamos en explotación sexual, tomamos las denuncias que nos llegan de vecinos, las corroboramos e investigamos para presentar pruebas a la Justicia Federal. De esta manera se realizan allanamientos, en los que en muchos casos se pueden comprobar las infracciones.
- Una vez que se hacen los allanamientos ¿Hay detenidos?
- La verdad es que hay un alto nivel de corrupción. La policía está involucrada y pasa a buscar la “caja” y también hay comisarios que son dueños de prostíbulos. Acá tenemos la suerte de contar con el Fiscal, Daniel Adler y su equipo que trabajan arduamente y tienen un compromiso muy fuerte.
- ¿Cómo son las investigaciones?
- Recibimos muchas denuncias e información sobre lugares y además de chequear los datos, realizamos cámaras ocultas. Entra alguien con una excusa y toma imágenes. Y aclaro algo que es importante: la persona que va al prostíbulo tiene un dialogo con la mujer y le hace preguntas de cómo es su situación, nada más.
- ¿Qué pasa con las víctimas después de las clausuras?
- Después de la clausura las chicas son entrevistadas. La mayoría, como están amenazadas, declara que está ahí porque quiere, es decir, bajo su consentimiento. En general son chicas jóvenes con hijos y de otros países que buscan trabajo. Los proxenetas las amenazan con la familia, esto en lo concreto. Y en lo personal creo que si una persona tiene la voluntad quebrada, no puede responder desde un discernimiento de lo que le está pasando. La situación puede llegar a ser natural para ellas.
La histórica Posada
Durante los años ‘90, en Mar del Plata corrió el rumor de: “El loco de la ruta”. Lo llamó así un periodista y los responsables lo tomaron para desviar la atención de lo que verdaderamente estaba pasando. Se decía que había un asesino serial que mataba prostitutas. Finalmente se supo que eran crímenes encargados por la mafia que gerenciaba el negocio de los prostíbulos, y que estaban involucrados fiscales, policías, funcionarios políticos y judiciales. Los asesinos buscaban sacarse de encima la “competencia” de la calle.
La wiskería fue allanada en varias oportunidades pero nunca lo cerraron como correspondía, sino que durante muchos años siguió funcionando con irregularidades. Es por ello que La Alameda -junto con otras organizaciones- marchó con paso firme y puso la faja de clausura correspondiente. “Le exigíamos a los jueces que dieran lugar a los allanamientos que los Fiscales pedían y esa misma noche la Municipalidad clausuró La Posada ”, sentenció con voz firme Patricia Gordon.
Por primera vez intervino el Municipio y aplicó dos ordenanzas: una “imposibilita la habilitación de locales donde se explota la prostitución ajena” y la otra “posibilita la asistencia integral a las víctimas de trata”. Gracias a estas normativas que surgieron por la presión de las organizaciones, el Municipio hoy tiene competencia y puede darle intervención a la Fiscalía para rescatar a las víctimas y garantizar los derechos.
En el último allanamiento a La Posada fueron rescatadas 23 mujeres de nacionalidad paraguaya. Algunas hicieron declaraciones ante la Fiscalía y “están en un refugio, que funciona hace poco y que depende de la Secretaría de la Mujer , donde se les da lugar para estar durante el proceso judicial -que es largo y en tanto se cumplan sus derechos- estén protegidas”, explicó la Licenciada Patricia Gordon. Según contaron ellas vivían todas juntas en la casa del dueño del prostíbulo, a cuadras de la Universidad Nacional de Mar del Plata. A determinada hora un taxi pasaba a buscarlas, eran trasladadas y al fin de la jornada las volvían a llevar a esa casa.
Después de la clausura algunos vecinos hicieron denuncias a la Municipalidad de que el lugar seguía funcionando y es por ello que durante un tiempo un policía custodió la faja de la escandalosa Posada.
“Las presiones que realizamos desde las organizaciones están dando sus frutos”
Patricia Gordon esta convencida que es así y por eso lleva el estandarte de que la trata es una causa que viola los derechos Humanos. La esclavitud sexual es uno de los delitos más aberrantes de este siglo, un negocio que deja ganancias millonarias gracias a la explotación y sometimiento de otras personas. Y como cualquier acto de corrupción, la impunidad, la falta de leyes y de compromiso político colaboran con los impunes de siempre.
- ¿Hay imputados y condenados por trata?
- Las condenas son muy pocas. Hace poco hubo una condena pero acá en Mar del Plata por un caso de Tandil donde se les dio una pena a los proxenetas, generalmente son penas leves. Ya que se condenen es un paso, pero no es lo que generalmente ocurre. O lo que suele pasar es que caigan perejiles, una ex víctima devenida a “madame” y un discapacitado. Y del proxeneta no sabemos nada.
- ¿Qué salida vez después de las denuncias y las investigaciones?
- El año pasado se debatió en Congreso, aparte de que se aumenten las penas, imponer una serie de multas o como ocurre con la trata laboral. En La Alameda hay un proyecto que es decomiso de los bienes redunde en un beneficio para estos trabajadores que han sido maltratados, violentados. En Buenos Aires las máquinas que se les expropiaba a los talleristas esclavistas terminaban siendo herramientas empleadas dentro de cooperativas y de esta manera los trabajadores podían generar trabajo digno.
- ¿Qué sentís que hace falta?
- Este año hay que apuntar muy fuerte al debate que se dio el año pasado en el Congreso para que se elimine la figura del “consentimiento”. Hay que ofrecerles a las víctimas un lugar para que se queden o la posibilidad de volver con su familia y brindarles la ayuda de profesionales (psicólogos, asistentes sociales).
Denunciar la esclavitud sexual, es revelar el ambiente donde se genera y hacerlo público para terminar con el miedo. Para eso es importante salir de las sombras y manifestar con palabras aquello que se quiere callar con golpes. En nuestra ciudad cualquier persona puede manifestarse y llamar a la Municipalidad o presentar la denuncia ante fiscalía general. Recordemos que somos un país abolicionista, y es fundamental “decir no, a la trata de personas”.
Alina Rodriguez Martín
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